



Detalles del producto
Este café es un ejemplo perfecto de cómo la precisión y la innovación en el procesamiento sacan lo mejor de la variedad Rosado. El equilibrio de aromas tropicales, la dulzura frutal y la acidez fresca de la grosella negra lo convierten en una taza inolvidable.
– Alexander Ruas
REGIÓN: Antioquia, Colombia
PRODUCTOR: Jorge Mira
VARIETAL: Rosado
PROCESO: Lavado, Inoculación de Levadura + Choque Térmico
FINCA: El Jaragual
ELEVACIÓN: 1500msnm
Descripción del sabor:
Esta variedad de rosado lavado posee un elegante aroma frutal a maracuyá y papaya, con un perfil en taza que ofrece la dulzura del melocotón blanco maduro y la fresa madura. Una exquisita acidez de grosella negra culmina en un suculento final de albaricoque.
TRATAMIENTO:
1. Recolección: Se realiza asegurando un mínimo del 90% de cereza madura.
2. Flotación: Esto asegura la eliminación de cerezas verdes, demasiado maduras y secas.
3. Oxidación: Se realiza en bidones de plástico apto para uso alimentario durante 24 horas.
4. Despulpado: Las cerezas se despulpan en seco.
5. Oxidación después del despulpado: Durante 24 horas para eliminar el mucílago. Posteriormente, el café se lava a 45 ° C, lo que genera un choque térmico.
6. Fermentación: Durante 36 horas a temperaturas inferiores a 25 ° C con levaduras específicas.
7. Finalización de la fermentación: Después de 36 horas, el café se lava a temperaturas de 5 ° C para sellar la fermentación.
8. Secado: Luego de las 36 horas de fermentación, el café pasa al secado, el cual se realiza durante 76 horas a temperaturas promedio de 40 ° C.
9. Estabilización: Se realiza en bolsas tipo grainpro.
Historia :
La Finca El Jaragual se encuentra a 1500 msnm en el municipio de Amalfi, Antioquia, Colombia. Esta región, enclavada en la zona norte de la cordillera central de los Andes colombianos, es ideal para el cultivo de café de alta calidad. La finca recibe su nombre del pasto Jaragua, una gramínea silvestre africana naturalizada en Colombia, conocida por su uso como materia prima y forraje gracias a su resistencia a la sequía y su robustez.
La mayor parte de El Jaragual está cubierta por una mezcla de plantaciones de bosques de pino cultivados para obtener madera sostenible junto a parcelas protegidas de bosque nativo.
Jorge Mira cultiva siete variedades de café en El Jaragual bajo la sombra de plátanos, desde variedades clásicas como Castillo y Colombia hasta variedades más singulares como Rosado y Típica Mejorado. También están plantando nuevos cultivares como Ombligon, Sidra y Laurina.
Los cafetos suelen tardar de 2 a 4 años en dar sus primeros frutos, generalmente en el extremo más largo de este rango. Las cosechas de árboles jóvenes suelen tener un sabor intenso, similar al de un capullo de flor aún sin florecer. Si bien los árboles jóvenes a veces pueden presentar notas astringentes o herbáceas, estas son mínimas en los lotes de El Jaragual gracias a un buen manejo de las plantas.
El procesamiento en El Jaragual se realiza con sumo cuidado. Se emplean fermentaciones prolongadas, inoculación de levaduras y control térmico (lavados con agua caliente, choques térmicos con agua fría) para modular la velocidad de fermentación y la porosidad en verde, todo ello sin rastro alguno de olor desagradable ni sabor alcohólico.
En general, se observa un mayor nivel de intervención técnica en el procesamiento, lográndose un equilibrio entre los métodos clásicos y modernos.
Cantidad
Nuestra gama de cafés de especialidad se presenta en frascos de 250 gramos de granos enteros tostados para café de filtro o espresso con un toque de intensidad, envasados y enviados a pedido para garantizar la máxima frescura. Estos cafés se encuentran en el punto justo entre el café de especialidad y el café de competición, con un perfil de sabor emocionante y único.
En el tarro
Cada frasco contiene 250 gramos de granos enteros, tostados a la perfección, tanto para café de filtro como para un espresso ligeramente intenso. Envasado y enviado a pedido, este café ofrece la máxima frescura, garantizando una experiencia extraordinaria desde el momento en que abre el frasco. Trátelo como una buena botella de champán: con suerte, el "silbido" llenará la habitación de aromas embriagadores.